domingo, 7 de noviembre de 2010

...Inteligencia Emocional y Espiritual...

Los que saben del amor dicen que somos unos analfabetos emocionales y confundimos el amar y el querer o nos dejamos seducir por el tener y no por el ser.



Necesitamos cuidar el alma y también la inteligencia emocional y espiritual para amar de verdad y ser felices. Por eso, una estupenda inversión es la que haces en ti mismo cuando decides pulirte y manejar tu mente y tus emociones. Buen número de personas ya lo hacen y, en los credos o fuera de ellos, le dan prioridad a lo espiritual. Saben que un despertar de conciencia no se paga con nada, y que sólo estamos en la tierra para evolucionar en el amor.


Por lo mismo, le dan prioridad al ser sobre el tener y descubren en la misma Tierra, el país del nunca jamás, sin necesidad de sufrir en sus relaciones y tocar fondo.


Sin embargo, el ser humano tiende a reorganizar su vida sólo ante un duro golpe. Elegimos estrellarnos antes de ubicar bien todas las fichas del rompecabezas. Pero tú eres sabio si mejoras sin necesidad de morir, enterrar a un ser querido, ir a la cárcel o generar un tumor. No es fácil, y lo tentador es jugar a la ruleta rusa y aplazar cambios.


Hay personas metidas en lo turbio, en la droga, o adictas al licor que les dicen a los seres cercanos: "te juro que este negocio es el último que hago" o "yo manejo la droga o el licor". Reconocer un mal es difícil, y lo cómodo es vivir en el autoengaño y suicidarse por cuotas; es bajar hasta el abismo con la conciencia anestesiada. Qué bueno aprender de aquellos que en una buena terapia y con una vida espiritual intensa cambian su vida.


Ahora bien, cuando hay que cerrar un ciclo, necesitas atrevimiento para soltar el ancla y orientar la nave hacia un nuevo rumbo. No es fácil cerrar un capítulo y reconocer que el amor murió o que un lugar ya no es el nuestro. La vida te envía señales de cambio y, si no las lees, el Universo te obligará a partir con inmenso dolor. Pide a Dios luz y fuerza, y podrás liberarte sin que te frenen el pesar, la costumbre, el qué dirán o los miedos. Sobre todo, el miedo; es el que más te bloquea y tu arma para vencerlo es una firme confianza.


Según los sabios, hay que seguir lo que nos dice el corazón en la frecuencia del amor. La vida tiene estaciones y, si el árbol no suelta las hojas en invierno, ¿cómo podrá reverdecer en primavera? Ten osadía, ten fe y da el paso ya mismo. La verdad es que mientras más lo aplaces más difícil será partir y comenzar una nueva vida.


Escucha de nuevo a Rubén Blades, cantando: la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida. Algunas son radiantes y otras son terribles, como para Pedro Navaja. Pero con inteligencia emocional y espiritual aprendes algo, creces en la conciencia, evitas las sorpresas oscuras y disfrutas lo mejor de la vida. ¿Será que este escrito sacude a alguien? Nunca es tarde si actúas con un corazón inteligente.


Gonzalo Gallo González












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